Puede que alguna de éstas noches no nos encontremos aquí ya. Puede ser cualquiera de nosotros el que se va al pasado. Allí, un chimpancé viejito atiza el fogón, se llama Adán y es tu gran papito. Ese mono que ríe, despacito, en la oscuridad. Allí, y para siempre, aprendimos que ciertos fuegos no se encienden frotando dos palitos.
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Puede que alguna de éstas noches no nos encontremos aquí ya. Puede ser cualquiera de nosotros el que se va al pasado. Allí, un chimpancé viejito atiza el fogón, se llama Adán y es tu gran papito. Ese mono que ríe, despacito, en la oscuridad.
Allí, y para siempre, aprendimos que ciertos fuegos no se encienden frotando dos palitos.
Me salió el ricoterismo
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